El Cuarto de Juan: “Parábola de uno mismo”

El Cuarto de Juan

Hola, mi nombre es Juan Antonio Adaniya Higa, pero mis amigos me dicen Mitsu (mi nombre en japonés es Mitsu Aki, que significa, brillante amanecer). Hoy te invito a ingresar a mi espacio, un lugar donde podrás conocer un poco más de mi, saber que hago, que pienso, que siento... Un espacio para que aprendamos juntos y nos comuniquemos, un espacio para escuchar tus comentarios que de hecho me ayudaran a crecer.... Gracias de antemano...

domingo, octubre 08, 2006

“Parábola de uno mismo”



Alberto Cortez

Uno va subiendo la vida de a cuatro los primeros escalones,
tiene todas las luces encendidas y el corazón repleto de ilusiones.
Uno va quemando energías, es joven, tiene fe y está seguro.
Soltándole la rienda a su osadía, llegará sin retrasos el futuro.
Y uno sube, sube, sube, flotando como un globo en el espacio,
los humos los confunde con las nubes, subestimando a todos los de abajo.
Y uno sigue, sigue, sigue, sumando vanaglorias y ambiciones;
no sabe en realidad lo que persigue y va de distorsión en distorsiones.
Uno es un montón de etiquetas, es un escaparate, un decorado,
un simple personaje de opereta, un fruto de consumo consumado.
Uno es una simple herramienta que tiran cuando ya caen en desuso;
uno lo sabe pero no escarmienta, sigue aferrado a la ilusión que puso.
Y uno piensa, piensa, piensa que siempre seguirá en el candelero,
que nunca ha de vaciarse su despensa, que queda mucha tinta en el tintero.
Y uno sigue, sigue, sigue cautivo de su imagen, caminando.
El ego desbordado no concibe que muchos otros vengan empujando.
Y uno va teniendo evidencias, ya no recibe flores ni palmadas:
rechaza que empezó su decadencia, que va por la escalera de bajada.
Uno alza su voz de protesta, suplica por seguir estando a bordo
y duda, cuando nadie le contesta si ha quedado mudo o si son sordos
Y uno baja, baja, baja, no quiere, por orgullo, lamentarse
que ya no es quien baraja la baraja ni se ha guardado un as para jugarse.
Y uno baja, baja, baja, desciende lentamente hacia el olvido;
hay algo en su balance que no encaja, lo que ha querido ser y que no ha sido.
Uno queda solo en la mesa migando su pasado amargamente,
le cuesta confesar que ha sido presa de un canto de sirenas permanente.
Y uno es una isla desierta, un médano en el mar, un espejismo que
empieza por abrir todas las puertas y termina a solas con sí mismo.

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Asi es todo hemos o estamos pasando por eso Juanchito... q buena Cortez!

miércoles, noviembre 01, 2006 7:09:00 p. m.  

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